PPRs - Analizando el beneficio fiscal de las deducciones

En los últimos meses he notado un creciente interés por productos destinados al retiro, como planes personales de retiro (PPR), ahorro voluntario en Afore e inversiones directas en portafolios. Aunque la percepción generalizada es que los beneficios fiscales de estos instrumentos son siempre convenientes, la realidad es más compleja.

Primero, recordemos brevemente los tipos de PPR disponibles:

• PPR 100% seguros: Garantizan una cantidad fija al jubilarse; perderás beneficios si dejas de pagar.
• PPR 100% inversión: Aportaciones invertidas íntegramente en fondos o instrumentos financieros.
• PPR híbrido: Combinación de seguro e inversión.

Los principales beneficios fiscales son:

• Deducción anual de aportaciones: Permite reducir el ISR actual y potencialmente obtener devoluciones.
• Rendimientos libres de impuestos mientras permanezcan en la cuenta.

Sin embargo, estos beneficios tienen condiciones específicas:

• Al retirar antes de los 65 años (excepto casos especiales como invalidez), se paga ISR. Además, se retiene provisionalmente el 20% sobre retiros anticipados, lo que dificulta prever exactamente cuánto ISR terminarás pagando o recuperando, debido a que tus ingresos pueden variar considerablemente año con año y, por tanto, ubicarse en diferentes rangos dentro de la tabla del ISR. Esto puede implicar pagar más impuestos o recibir una devolución, dependiendo de tus otros ingresos y circunstancias fiscales específicas del año en que realices el retiro.
• Al jubilarte, podrías retirar anualmente hasta 15 UMAS (aprox. $567,666 al año en 2023) exentas de ISR; los excedentes sí generan impuestos.

¿Es siempre favorable la deducción de aportaciones?

Para entender si la deducción de aportaciones es realmente ventajosa, analicemos este ejemplo simplificado desde una perspectiva matemática:

Escenario con beneficio fiscal (deduces al inicio):

• Ingresas $10,000 y aportas el total al PPR, sin pagar ISR en este momento.
• Supongamos que la inversión crece 3 veces en 30 años: terminas con $30,000.
• Al retirar, pagas una tasa de ISR del 30%, es decir, $9,000 de impuestos.
• Resultado neto: $21,000.

Escenario sin beneficio fiscal (pagas ISR antes de invertir):

• Ingresas $10,000, pagas primero 30% ISR: te quedan $7,000 para invertir.
• La inversión crece 3 veces en 30 años: terminas con $21,000, ya libres de impuestos.

Conclusión matemática:
La secuencia de cuándo pagas impuestos —al inicio o al final— es neutral si la tasa impositiva es constante. No hay ventaja automática.
Este principio es clave: pagar impuestos diferidos o anticipados es equivalente, siempre que la tasa no cambie y los rendimientos sean iguales.

La única manera en que la deducción inicial genera un beneficio real es si tu tasa de ISR al retirar es menor que cuando hiciste la aportación. Inversamente, si tu tasa de ISR es mayor al retirar, podrías incluso salir perjudicado.

Este es un concepto crucial que suele pasarse por alto, ya que la deducción inicial puede dar la falsa percepción de “ganancia inmediata”. Pero si las tasas se mantienen iguales, es simplemente un diferimiento fiscal, no una ventaja económica neta.

Factores adicionales a considerar

Más allá de la aritmética, existen otros elementos que pueden influir significativamente en la conveniencia de los PPR:

• Costos y comisiones: Las diferencias en gastos administrativos y comisiones pueden impactar seriamente el rendimiento final, sobre todo en inversiones a largo plazo.
• Liquidez y flexibilidad: Algunas cuentas permiten mayor acceso anticipado al dinero, lo cual es ventajoso en situaciones imprevistas. Los PPR suelen ser menos flexibles en este aspecto.
• Incertidumbre fiscal: Futuros cambios en la edad de retiro, tasas de impuestos, límites de exención (15 UMAS) o la forma en que se gravan ganancias de capital podrían alterar radicalmente la planeación actual.
• Alternativas fiscales: Existen inversiones directas que tienen tasas fiscales más bajas y fijas, como el 10% sobre ganancias de capital en acciones, que pueden ofrecer ventajas dependiendo del escenario.
• Beneficios conductuales: Tener el dinero apartado en cuentas específicas para el retiro fomenta disciplina financiera y reduce la tentación de gastarlo anticipadamente.

Además, es fundamental considerar la exención fiscal en el retiro: si anticipas ingresos altos de otras fuentes (como la Afore), podrías estar cerca o incluso exceder el límite de exención fiscal de 15 UMAS. Esto afectará la conveniencia de maximizar aportaciones a un PPR.

Conclusión

No es automático que los beneficios fiscales de los planes de retiro sean convenientes para todos. La decisión debe tomarse con base en un análisis cuidadoso de tus tasas de impuestos actuales y futuras, así como de tu situación personal y financiera.

Fuentes: Beneficios fiscales según artículos 54, 93 fracción IV, artículo 145 tercer párrafo y artículo 151 fracción V de la LISR, artículo 171 del Reglamento de la LISR, artículo 21 de la LIF y la regla miscelánea 3.17.7 de la RMF para 2023.